Las pulidoras de hormigón son maquinarias especializadas en la limpieza de pavimento, madera y encofrado así como en la eliminación de petróleo, betún,  adhesivos o cemento, entre otros materiales. La superficie queda pulida gracias al movimiento rotatorio de un material abrasivo.

El pavimento de hormigón, por lo general, presenta numerosas irregularidades e imperfecciones que es imprescindible pulir. Existen pulidoras de hormigón de diferentes tamaños para adaptarse a las necesidades de cada obra, desde las más sencillas y manejables hasta otras de mayor tamaño y complejidad con sistemas de aspiración de polvo y recogida de desechos para evitar el trabajo peligroso y la contaminación ambiental.

Las pulidoras no solo se utilizan con el hormigón, sino que también sirven para pulir otros suelos como el terrazo, el mármol, cemento o piedra natural como el granito. Además se pueden emplear tanto en suelos nivelados como en suelos inclinados o rampas.

Además de pulir todo tipo de pavimentos, las pulidoras de hormigón también se pueden utilizar para eliminar pinturas, revestimientos, betunes, adhesivos, colas, masillas y otros contaminantes con el fin de conseguir un acabado perfecto e impecable del suelo.

El pulido del pavimento se puede realizar en seco o en suelos húmedos. Si se realiza en seco es necesario aspirar el polvo que se va levantando, ya que el hormigón contiene sílice que es muy nocivo para los pulmones. Las pulidoras de hormigón utilizan siempre algún tipo de abrasivo para pulir, que pueden ser herramientas de diamante o carburo de silicio. Las de diamante son las más habituales.

A la hora de pulir suelos de hormigón (o de cualquier otro tipo de material) es vital utilizar el equipo adecuado que permita a los operarios trabajar con rapidez pero al mismo tiempo que consigan el acabado deseado. En Maquinter te podemos ayudar a elegir la pulidora que mejor se adapte a tus necesidades. Consulta con nuestros profesionales si necesitas asesoramiento.